Carlos Arredondo
Edinburgh, 20-6-05
Qué
madre
Y qué patria
Me, tu, recuerdas.
Si hay solamente higos para saborear
los desencantos.
Qué
madre
Y qué patria
Cuando nada valió la pena,
para los entumidos poetas españoles,
sacarse cuarenta bolladuras del territorio.
Qué
madre
Y qué patria
Se opuso a la fuga de tantos hermosos versos pensados
para acompañar los espíritus emigrantes.
Qué
madre
Y qué patria
me hablas cuando un frívolo cuchillo del senado
se dio a la fuga para asesinarme en las costillas
de hombre de buenas costumbres.
Qué
madre
Y qué patria
Sirvió para detener dolencias antiguas contra
un pueblo abatido por la gracia de un conquistador y un
moderno ladrón de los poderes cívicos
Qué
madre
Y qué patria
Se infiltro en el pensamiento humano
Para no separar la cultura de los asnos.
Qué
madre
Y qué patria
Si se permitió creer en Dios
para ganar dinero y llevárselo a un banco de América.
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