Olvidar ni cagando
 


Carlos Arredondo
Edinburgh, May 2004

¿ i este huevón de mierda de dónde salió ?
¿Dónde lo vi?
¿aquí, allá, en la ciudad?,
la verdad es que no se. Y se cree certero de tanta cosa.
Por cierto tiene la mirada de un matón en calzoncillos.
Oiga a usted le digo,
Por donde él pase, lo sigo.
Por donde él mire, lo miro.
Bárbaramente lo odio,
Es, un agresor educado
y quiero ajustar cuentas con él.
Asesino era, lo se.
Asesino es, no hay dudas.
Asesino será, mañana y después.
¿Qué cumplido eh?

Presentí desde los rincones de mi alma,
que él huevón de mierda
sigilosamente se las arregló
para vivir entre el hoyo oculto de su mujer,
y su exagerada importancia.
Pero sobretodo,
entre piedra y piedra, entre los espacios íntimos
de tanta, tanta gente.

Sin embargo, con el correr de los años, el enojo,
y los ríos de mi infancia un día en furia : lo maté.
Bien muerto quedó el huevón de mierda. Me alegré
por mi, por él, por ella, por aquella y por aquel.

Huí con dignidad de su cuerpo inerte, sin haber usado
ni una bala ni un cuchillo.
Arranqué hacia lo mas profundo, lo mas permanente.
Mis recuerdos me esperaban
para beber el té y
continuar viviendo.


 
© Carlos Arredondo 2007